sábado, 11 de agosto de 2018

Los 9 subtipos de Psicopatía según Theodore Millon

Theodore Millon, un prestigioso psicólogo de la escuela de Florida que investigó sobre la personalidad humana. Entre las muchas aportaciones de Millon, hoy nos centraremos en su estudio sobre la psicopatía.
Los 9 subtipos de psicópata
Millon publicó en 1998 un capitulo concreto en el que describía los subtipos de psicopatía(“Subtypes of psychopathy”, en “Psychopathy”, editado por Millon, Th. y otros, Guilford Press) compuesto por 9 subtipos: el carente de principios, el solapado, el tomador de riesgos, el codicioso, el débil, el explosivo, el áspero, el malévolo y el tiránico. Millon resalta que ninguna de estas categorías es mutuamente excluyente, puesto que se puede tener un perfil compuesto de varios subtipos.
A continuación describiremos en detalle los distintos subtipos, así como los rasgos más importantes que permiten distinguirlos.


1. Psicópata carente de principios
Normalmente se le asocia a sujetos con rasgos de personalidad de base narcisistas. Suelen mantenerse exitosamente fuera de los límites de lo legal mostrando sentimientos ególatras y desleales, indiferentes hacia el bienestar ajeno y con estilos sociales fraudulentos, acostumbrando a explotar a los demás.
No suelen ser capaces de vincularse a un tratamiento y son muy buenos en crear fantasiosas y expansivas mentiras para conseguir sus objetivos. Carecen totalmente de sentimientos de culpabilidad y conciencia social, se sienten superiores al resto y además disfrutan del proceso de engañar a los demás. La relación con este tipo de psicópata durará el tiempo en el que él considere que tiene algo que obtener de la persona, pasado ese plazo sencillamente lo finalizará. Suelen demostrar una imagen fría, con actitudes temerarias, vengativas y crueles.
2. Psicópata solapado
Se le caracterizaría principalmente por la falsedad. Su comportamiento aparentemente es amigable y sociable, pero por dentro oculta una gran impulsividad, resentimiento y falta de confianza al resto. Puede tener una vida social amplia, dónde presenta una búsqueda persistente de atención anormalmente a través de la seducción, pero sus relaciones en mayoría son superficiales y fluctuantes.
Normalmente exhibirán entusiasmos de corta duración, por lo que serán irresponsables e impulsivos, constantemente buscando sensaciones nuevas. Suelen ser insinceros y calculadores, no admitirán debilidades a los demás, siempre exhibirán una faceta de falso éxito; siempre parece que todo les va bien, se muestran como triunfadores. A pesar de que a veces este subtipo de psicópatas se intente convencer de que sus intenciones son buenas, solamente intenta obtener de los demás lo que le conviene a través de manipulaciones, no busca el bien ajeno.
3. Psicópata malévolo
La mayoría de asesinos en serie y/o asesinos comunes encajan en este perfil. Son muy hostiles y vengativos y sus impulsos son descargados con fin maligno y destructivo. Gozan de una crueldad fría y deseo constante de venganza por traiciones y castigos supuestamente sufridos o por sufrir.
Las características psicopáticas son muy similares a la de los sádicos ya que reflejan un profunda depravación, deseo de retribución compensatoria y hostilidad. Podrían ser descritos como rencorosos, viciosos, malignos y mordaces. Las sanciones judiciales harían aumentar más aún su deseo de retribución y venganza. A pesar de que comprenden racionalmente lo que es la culpa, el remordimiento, los conceptos éticos, la moral… no lo experimentan en su interior. No pierde la autoconciencia de sus acciones y no finaliza hasta que sus metas de destructividad y retribución hayan finalizado.
4. Psicópata tiránico
Conjuntamente con el Malévolo, este subtipo es de los más crueles y peligrosos. Ambos son intimidatorios, abrumadores y destructivos. A diferencia del anterior, este parece ser estimulado por la resistencia o la debilidad, las cuales incrementan el ataque en vez de suavizarlo o detenerlo. Obtiene un placer especial en forzar la víctima a acobardarse.
5. Tomador de riesgos
Se involucra en situaciones de riesgo para sentirse vivo, son personas impulsivas e irreflexivas. Son individuos que se muestran temerarios e insensibles en situaciones que cualquier persona normal sentiría miedo. Son capaces de imponerse autodisciplina y hábitos de vida rutinarios, siempre querrán cambios. Este subtipo sería una mezcla de personalidad de base tipo antisocial e histriónica. No le preocupan las consecuencias de sus actos sobre terceros, solamente prevalece su necesidad de estimulación.
6. Codicioso
Su gran motivación en la vida es engrandecerse, de tener retribuciones. Sienten que “la vida no les ha dado lo que merecen”, por lo que a través de actos criminales compensarían el vacío de sus vidas y compensarían la “injusticia” que ellos han vivido. Ellos racionalizan sus actos a través de la idea de que restauran un equilibrio alterado. Les satisface estar por encima de los demás y perjudicarles en la vida (en el ámbito que sea), sintiendo que son sus peones.
Tienen además pocos o nulos sentimientos de culpa por lo que hagan a los demás, nunca lo consideran suficiente. Además, son tremendamente envidiosos, codiciosos, agresivos, celosos… se sienten bien con el dolor ajeno y les enrabia los éxitos de los demás. Exitosos empresarios podrían encajar en este perfil, considerando objetos a los demás para satisfacer sus deseos. Lo peor es que nunca logran un estado de completa satisfacción, siempre ansían más.
7. Psicópata débil
Este subtipo tendría una base de conducta de tipo evitativo y dependiente. Muestra a los demás una imagen de falsa seguridad y confianza en sí mismo que en realidad esconde todo lo contrario. Sus agresiones suelen ser para demostrar su falta de miedo y adoptar el rol de agresor y nunca de víctima. Suelen resultar caricaturas de pequeños tiranos, mantienen una actitud intimidatoria, mostrando al mundo que “es peligroso meterse con ellos”.
8. Psicópata explosivo
En este caso habría muchos componentes del trastorno explosivo intermitente (t. de control de los impulsos, código F63.8 según DSM-IV-TR). Su característica principal es la súbita y repentina afloración de extrema hostilidad. Su conducta “explota”, de manera que no da lugar a tiempo de contención. Estos ataques de furia se caracterizan por cólera incontrolable hacia los demás, que suele provocar sumisión y pasividad en la víctima.
9. Psicópata áspero
Este subtipo muestra su rechazo a los demás de forma pasiva e indirecta. Suelen tener discordias de manera incesante con los demás, magnificando hasta la acción más pequeña para estar enredados en amargas y constantes disputas con las personas que le rodean.
Tienen pocos remordimientos o sentimientos de culpa sobre las molestias que causan en los demás. Suelen ser amargados e irónicos, compartiendo rasgos de personalidad con trastornos negativistas y paranoides de la personalidad. Siempre creen tener la razón en todo y los demás siempre están equivocados y les es especialmente placentero contradecir a los demás. Les causa menos satisfacción la lógica y legitimidad de sus argumentos que el uso que le dan para frustrar y humillar a la otra persona.

Theodore Millon encontró diversos subtipos de psicopatía, los cuales podemos encontrar en diferentes escenarios: asesinatos, grandes empresas, robos, política… o incluso en situaciones más cotidianas de la vida.
En el estudio que realizó, encontró que los perfiles más comunes son el “psicópata carente de principios”, el “psicópata tomador de riesgos” y el “psicópata malévolo”, aunque no son excluyentes de los demás, se puede tener un perfil caracterizado con diversos subtipos. También encontró que existe una comorbilidad con trastornos de la inclinación sexual (parafilias) y trastornos del control de los impulsos.

-Fuente
Psicología y mente
https://psicologiaymente.com/clinica/subtipos-psicopatia-theodore-millon

Los 3 tipos de personalidad relacionados con la psicopatía

La psicopatía es un trastorno en el que el individuo no siente remordimiento en situaciones que se esperaría que sintiera o al causar daño a los demás. Sin embargo, existen diferentes grados de psicopatía, y tipos de rasgos de personalidad asociados a este fenómeno.

Tipos de personalidad asociados a la psicopatía
Dependiendo del tipo de psicopatía, Ronald Blackburn propuso 4 tipos de psicópatas: el psicópata primario puede ser muy extrovertido, impulsivo, hostil y agresivo; introvertido con los mismos rasgos anteriores, el cual se denomina como psicópata secundario. Por otra parte está aquel que tiene una gran necesidad de control, siempre está a la defensiva, tiene alta autoestima y mantiene su ansiedad en niveles bajos por lo que es llamado psicópata controlado. Aquel que es retraído, tímido, ansioso y con un nivel de autoestima bajo es denominado psicópata inhibido.
Por el otro lado, dentro de la clasificación de personalidades, hay algunas que por sus características guardan una relación alta con las conductas psicopáticas. A continuación se describe cada una:

1. Personalidad paranoide
Tienden a ser desconfiados, suspicaces, recelosos y resentidos. Pueden interpretar señales externas como hostiles o amenazantes incluso si éstas no tienen esa intención. Si alguien les hace daño, buscan vengarse. Cuando se sienten amenazados optan por agredir antes de que sean agredidos; emplean violencia reactiva. Esta personalidad está altamente relacionada con crímenes pasionales.

2. Personalidad esquizoide
Normalmente son personas aisladas, pueden ser consideradas por otros como “raras”. Evitan relacionarse con otros y si tienen que establecer contacto, esto representa un malestar para ellas. Tienden a ser apáticas e insensibles. Esta personalidad está relacionada con crímenes altamente violentos, ya que emplean violencia instrumental, por lo que tienen tiempo de planear el crimen con la “cabeza fría” y se está 100% enfocado a hacer daño.

3. Personalidad antisocial
Esta personalidad puede ser observable desde la infancia, ya que niños con ella tienden a atemorizar a otros y a maltratar animales. Fácilmente quebrantan reglas, buscan satisfacción inmediata en sus acciones; utilizan violencia reactiva. Tienden a culpar a sus víctimas, como si éstas los hubieran provocado y a forzar relaciones sexuales.

Dos variantes de psicopatía criminal
Dentro de la psicopatía criminal se puede hacer una clasificación de:
  • Criminal organizado
Es el que planea su conducta, piensa en todo; en cómo atrapar, cómo cometer el crimen, en dónde, qué hacer con la víctima. Utiliza violencia instrumental, le causa placer tanto la ejecución como el daño causado, se emociona por el crimen a cometer.
Elige cuidadosamente a sus víctimas, ya que éstas significan algo dentro de la fantasía del crimen, deben de cumplir ciertas características. Es posible identificar un modus operandi, la escena del crimen puede ser modificada para representar algo. Neurobiológicamente, hay un alto grado de activación en la amígdala y en la corteza orbitofrontal, lo que permite que haya una planeación de sus acciones.
  • Criminal desorganizado
Aquel que no regula su conducta, es impulsivo ante el estímulo que le causa malestar o rabia. Emplea violencia reactiva, lo que significa que “actúa en caliente”. Tiene una gran necesidad de actuar por lo que no elige a su víctima, puede ser cualquier persona, por lo tanto suelen llamarse “crímenes de oportunidad”. Sólo busca un medio para descargarse. Es difícil encontrar un patrón a diferencia del criminal organizado.
En el aspecto neurobiológico, a diferencia del anterior, hay poca o nula actividad en la corteza orbitofrontal por lo que no hay control inhibitorio. Es hipersensible ante cuestiones sociales y emocionales, hay una distorsión en su cognición social. Y, al igual que el organizado, hay una alta activación en la amígdala.
¿Qué hacer para intervenir psicológicamente?
Si bien no existe un tratamiento específico para la psicopatía sí hay sugerencias de intevervención. Se recomienda que se den terapias enfocadas en la conducta, se debe trabajar con la conciencia de las consecuencias de los actos realizados por la persona, control sobre sí mismas, auto-observación y no buscar recompensas inmediatas. Es importante que se promueva el pensamiento crítico, el significado de emociones, sentimientos y percepciones propias. Trabajar sobre el locus de control externo. Dentro del tratamiento psicofarmacológico son utilizados medicamentos inhibidores de agresividad y/o de impulsos.

-Fuente
Psicología y mente
https://psicologiaymente.com/personalidad/tipos-de-personalidad-psicopatia

Las bases genéticas y biológicas de la psicopatía

Frecuentemente hablamos acerca de los actos, el estilo de comportamiento y la manera de interactuar con la gente que tienen las personas que podrían ser descritas como psicópatas. A pesar de eso, hay una cuestión que resulta aún más inquietante que todos estos temas: ¿cómo son los psicópatas de puertas para adentro? ¿Cuáles son las peculiaridades de su propio cuerpo que les hacen estar predispuestos a la psicopatía?
Intentar responder a estas preguntas es, en el fondo, abordar las investigaciones acerca de las bases biológicas de la psicopatía.
Empecemos, pues, hablando sobre lo que sabemos acerca de sus características de tipo genético.

-Hallazgos genéticos sobre la psicopatía
Las mayores evidencias a favor de la genética suelen provenir de estudios de gemelos y de adopciones. Según dichos estudios, la heredabilidad en niños o adolescentes en conducta antisocial se estima en un 30-44%.
En sujetos adultos criminales, hay una concordancia del 69 % para gemelos monozigóticos (un mismo ovulo, por lo tanto casi idéntica carga genética) y 0,33% para dizigóticos (dos óvulos), lo cual da pruebas concluyentes de que existe un peso de la genética en la conducta criminal por encima del ambiente. Numerosos estudios avalan estos resultados.
Se ha demostrado también que el cromosoma Y estaría implicado en la agresividad, atribuyéndose así, a una mayor agresividad en hombres que en mujeres, en general.

-El gen MAO-A
El gen MAO-A es hasta la fecha, el único ejemplo claro de cómo una mutación concreta
puede alterar la conducta. Se encontró este gen alterado en personas que padecen un trastorno psicopático y, en adición, en niños maltratados de pequeños.
En otras palabras, la alteración de este gen predispone a la conducta violenta. Por el contrario, las personas que desde nacimiento tienen unas altas concentraciones de este gen tienen menos probabilidades de desarrollar problemas antisociales.
Lo interesante de este hallazgo es que podría ayudar a explicar el porqué no todas las víctimas de malos tratos al crecer hacen lo mismo a otras personas, por ejemplo.

-Hallazgos neuroanatómicos
A finales de los años 90 se realizó un estudio en el que se comparó la actividad cerebral de 41 sujetos normales y 41 asesinos. Se encontró que los criminales tenían menor actividad en la región prefrontal (la región humana por excelencia), lo cual se traduciría en:
Neurológicamente: pérdida de inhibición de regiones como la amígdala, responsable (entre otros) de la regulación de sentimientos agresivos.
Conductualmente: comportamientos arriesgados, irresponsables, trasgresores de las normas, violentos, impulsivos…
Socialmente: falta de empatía por las demás personas.


-Hallazgos neuroquímicos
Numerosos experimentos han evidenciado el papel crucial de la serotonina como modulador de la conducta agresiva, siendo la relación la siguiente: a menos serotonina, más reforzada estará la conducta agresiva. Por lo cual sería fácil concluir que personas que sufren de este trastorno podrían tener las vías serotoninérgicas alteradas.
Del mismo modo que estarían implicados en conductas impulsivas y violentas la noradrenalina, la dopamina, el GABA y el óxido nítrico, aunque con menos relevancia.


-Hallazgos neuroendocrinos
En el ámbito hormonal, de las que tenemos más pruebas concluyentes es de la insulina y de la testosterona. Ciertos estudios muestran que si tenemos un nivel bajo de glucosa, y por tanto insulina en sangre, tenemos más predisposición a las conductas violentas e impulsivas.
En el caso de la testosterona, tenemos múltiples estudios comparando criminales y personas sanas, donde demuestran que la cantidad de testosterona libre en sangre está aumentada en los primeros. Además, diversas investigaciones indican que las mujeres con más elevada testosterona son más sexualmente activas, competitivas, masculinas y consumidoras de alcohol en comparación a las mujeres con niveles bajos de ésta.

-Hallazgos psicofisiológicos
Cleckley (1976) propuso que los psicópatas podrían tener la capacidad de comprender el significado literal (denotativo) del lenguaje, pero no de su significado emocional (connotativo). Tendrían, por tanto, un déficit emocional.
Los psicópatas, además, tendrían la reactividad emocional alterada ya que, en comparación a personas normales, en situaciones que deberían sentir ansiedad y miedo, no lo sienten.
Asimismo, también presentan una ausencia en la reacción de sobresalto ante la exposición de contenido desagradable visualmente, y pitidos muy agudos y estridentes.
En base a todos estos datos, se propuso que los psicópatas tienen un débil sistema inhibitorio cerebral, y un fuerte sistema de activación. Esto explicaría su impulsividad y su falta de capacidad de pensar en las consecuencias futuras.

El trastorno antisocial de la personalidad se caracteriza destaca por su falta de empatía y remordimientos ante la violación de derechos ajenos y normas sociales, alta impulsividad y agresividad… Son sujetos que harán lo que sea necesario, sin importar las consecuencias, para conseguir sus propósitos y beneficios personales.
Pero, ¿el psicópata se hace o se nace? La respuesta es... una combinación de ambas opciones. Un ambiente marginal, donde la persona nazca desatendida, con violencia, maltrato, abandono… influye de forma crucial. Sin embargo, se ha demostrado por numerosos estudios, que existe más peso genético.
Una clara prueba de ello la obtendríamos a través de la pregunta… ¿por qué hay personas que ante maltrato se convierten en personas maltratadoras, mientras que otras, no? Esta respuesta vendría dada por la cantidad de gen mao-A que disponga de base esa persona. Este también podría dar respuesta a muchas otras situaciones en las cuales existan personas que sucumban a la situación y cometan actos violentos, mientras que otras se nieguen a hacerlo.
Concluimos pues, un claro y evidente papel biológico cerebral en el trastorno antisocial de la personalidad y una interacción genética-ambiente (con más relevancia genética).

-Fuente
Psicología y mente
https://psicologiaymente.com/neurociencias/bases-geneticas-biologicas-psicopatia

Psicopatía: ¿qué ocurre en la mente del psicópata?

Introducción a la Psicopatía

¿Qué es un psicópata? En su obra “Las personalidades antisociales” (1994), David Lykken explora las personalidades psicopáticas y sociopáticas, los diferentes subtipos que existen de las mismas y el papel que juegan los factores personales y de socialización que intervienen en la génesis de la violencia de los niños que desde bien pequeños apuntan a convertirse en delincuentes.
A lo largo de esta obra se hace patente lo que para él es uno de los componentes más decisivos en el futuro de un niño con mayor probabilidad de desarrollar un estilo de personalidad antisocial: los padres.



La mente del Psicópata: graves dificultades para socializar
Las personas afectadas por este trastorno no han desarrollado una conciencia ni hábitos de respeto por las leyes y normas que disuaden al resto de cometer actos antisociales, debido a peculiaridades inherentes que les dificultan o imposibilitan la socialización. Se caracterizan por tener rasgos innatos de carácter que les incapacitan total o parcialmente para socializar, o por periodos intermitentes de socialización y conducta antisocial.

Existen tres componentes de la socialización:
1. Escrupulosidad
Es la tendencia natural a evitar la conducta delictiva. Suele ser consecuencia del temor al castigo, tanto el que comporta un rechazo social del delito en sí, como el auto-infligido por la culpa y el remordimiento sentidos a posteriori.
Ello no quiere decir que la tentación a delinquir sea continua, ya que las conductas prosociales se han convertido en un hábito que aleja a la mayoría de los miembros de la sociedad de aquellas más reprobables. Este hábito no se consolida hasta la edad adulta, por eso hacia el final de la adolescencia el índice de criminalidad alcanza su mayor nivel. Este componente es resultado de la actividad parental y de las características de cada uno.

2. Prosocialidad
Predisposición general hacia la conducta prosocial. Se va desarrollando gracias a los vínculos de afecto y empatía con las personas con las que nos relacionamos, lo que provoca que queramos gozar de los beneficios de este tipo de lazos y una voluntad genuina a comportarnos de la misma manera.

3. Aceptación de la responsabilidad adulta
Se refiere la motivación para participar de la vida en sociedad y la asimilación de la ética del trabajo, así como la aceptación de los valores de esfuerzo y superación personal como medio para lograr los objetivos personales.
No obstante, no hay que perder de vista que existen personas bien socializadas que en determinadas circunstancias cometerán delitos, mientras que otras, aunque no sean delincuentes, son holgazanas o de malvado carácter y se les puede considerar malos ciudadanos.
Causas y manifestaciones de la Psicopatía
Cleckley (1955) propuso que las emociones consecuencia de las experiencias vividas por los psicópatas de tipo “primario” están debilitadas en cuanto a la intensidad con la que les afectan. A través de la experiencia, las emociones y sentimientos guían y refuerzan este proceso de aprendizaje, construyéndose así una moral y un sistema de valores.
Pero lo que les ocurre a estos individuos es que las experiencias socializadoras normales son ineficaces para la creación de esta moralidad, que es el mecanismo a través del cual nos socializamos las personas. De ahí que fallen a nivel de establecer vínculos personales. Debido a un defecto innato, pueden verbalizar lo que saben de las emociones sin realmente comprender el significado de lo que están contando.
No obstante, sí que pueden llegar a sentir todos aquellos sentimientos que, de no albergar, no les llevarían a cometer las acciones, legales o ilegales, que cometen. En palabras de Gilbert y Sullivan:

“Cuando el delincuente no se dedica a su empleo, o no está fraguando sus pequeños planes delictivos, es tan capaz de sentir placer inocente como cualquier hombre honrado”. 

-Fuente:
Psicología y mente
https://psicologiaymente.com/forense/psicopatia-psicopata

Perfil psicológico del pederasta: 8 rasgos y actitudes en común

No es infrecuente que de vez en cuando se publiquen en los medios de comunicación noticias respecto a casos en que uno o más adultos han sido detenidos por pederastia o aspectos vinculados a la práctica de actividades de índole sexual con menores.
Se trata de un fenómeno que no es tan aislado:se estima que alrededor de entre un 10 y un 25% de la población adulta ha sufrido en algún momento de su infancia ha sufrido a lo largo de su infancia algún tipo de abuso sexual (una de cada cuatro niñas y uno de cada ocho niños).
Es por ello que desde la psicología, la criminología y otras disciplinas se ha analizado las características propias de quien realiza tal abuso: los pederastas. Si bien debido a la alta variabilidad en los casos existen una gran cantidad a tener en cuenta, a continuación se plantean una serie de características y elementos que se han encontrado con frecuencia a la hora de establecer un perfil psicológico del pederasta.


PEDERASTIA: DEFINIENDO EL CONCEPTO

Se considera pederastia aquella situación en la que un menor sufre un abuso sexual por parte de un adulto. Esto incluye todo tipo de conducta o comportamiento en que se use al menor como objeto sexual, aprovechándose para ello de la diferencia en madurez, edad o poder entre el menor y el otro sujeto.
En general estos sujetos suelen tener las capacidades mentales conservadas, siendo capaces de discernir a nivel cognitivo entre lo que está bien y lo que no. Es por ello que se les considera plenamente conscientes y responsables de sus actos, y por consiguiente imputables.
Tipologías de pederasta
Los intentos de clasificar la conducta y establecer un perfil básico del pedófilo y pederasta han conducido a la elaboración de algunas tipologías al respecto. Concretamente se ha reflejado la presencia de dos tipos básicos.

1. Pederasta situacional o incidental
Este tipo de abusador sexual no tiene una sexualidad restringida a los menores, teniendo con frecuencia pareja con la que puede establecer relaciones con normalidad. Este tipo de individuo no tiene una preferencia concreta por un tipo de víctima, sino que aprovecha las oportunidades que tiene de cometer abuso.
No es infrecuente que los pederastas de este tipo hayan sufrido asimismo abusos en la infancia. Se trata del tipo de pederasta más frecuente y el que más tiende a agredir a componentes de su misma familia.
2. Pederasta preferencial
Este tipo de pederastas suelen tener un mayor número de víctimas. Establecen una serie de características que les atraen más que otras, y suelen tener una vida más ligada a la búsqueda de su objeto de deseo.
No suelen tener pareja o de tenerla la utilizan como tapadera, y por lo general tienden a dedicarse o localizarse cerca de lugares con acceso a menores. Suelen tener un comportamiento más compulsivo que los situacionales.

Aspectos en común entre este tipo de sujetos
Si bien las circunstancias que rodean cada caso son particulares y no todas las características son aplicables a todas las situaciones, existe una serie de elementos que suelen ser comunes a los diversos tipos de pederastas.
1. Sexo y edad
Generalmente el perfil típico de pederasta es el de un sujeto pedófilo de edad media o avanzada. Suele tratarse de varones de entre treinta y cincuenta años de edad, si bien en muchos casos en que la conducta delictiva aparece desde la adolescencia.
A pesar de que en su mayoría se trata de hombres, existe un cierto porcentaje de casos que varía entre el 10 y el 25% en que las abusadoras son mujeres. En su mayoría, los perpetradores varones tienden a agredir a víctimas de entre ocho y trece años de edad. En el caso de las agresiones sexuales llevadas a cabo por mujeres, se han detectado especialmente que las víctimas tienden a ser o menores de cinco años o adolescentes.
2. Características de personalidad
Tal y como ocurre en el caso de los violadores, por norma general los pederastas no tienden a presentar comportamientos extraños. Su conducta es típica y habitual en la mayoría de las ámbitos vitales.
Sin embargo si es posible observar, especialmente en aquellos pederastas de tipo preferencial, la existencia de algunos patrones de personalidad relativamente consistentes.
En general, destaca la presencia de una muy baja autoestima y poca tolerancia al estrés. En muchos casos la conducta se lleva a cabo de manera impulsiva, como manera de deshacerse de un estrés de tipo psicosocial. Además,muchos presentan también sentimientos de inferioridad, dificultades en sus relaciones interpersonales (si bien no se trata de algo definitorio), y un cierto nivel de inmadurez. Suelen ser reservados y retraídos.
3. Falta de empatía
Si bien podría incluirse en el apartado anterior, esta característica merece una mención especial, y es que por norma general los pederastas tienen una considerable falta de empatía, en el sentido que no son capaces de conectar con el sufrimiento que su actuación genera en el menor atacado o eligen voluntariamente ignorar este hecho.
Sin embargo, esta falta de empatía suele expresarse solo en algunos casos, no en todos los tipos de relaciones sociales que mantienen. De algún modo, dejan de empatizar con ciertas personas a conveniencia, dependiendo de sus propósitos y motivaciones.
4. Suelen estar vinculados o emparentados con las víctimas
En la gran mayoría de los casos abusador y abusado mantienen algún tipo de vinculación, generalmente familiar, laboral o vecinal, siendo infrecuente que el acto de pederastia sea llevado a cabo por un desconocido.
Esto es así porque permite crear algún tipo de pacto que comprometa a ambas partes y que aporte cierta seguridad, una protección gracias a la cual será más dicícil que salten las alarmas y que las autoridades lleguen a averiguar lo que está ocurriendo.
5. Buscan el contacto con menores
Vinculado al punto anterior, por norma general los pedófilos y pederastas tienden a buscar el contacto frecuente con su objeto de deseo, los menores. Es por ello que en muchos casos se vinculan al mundo de la educación o buscan residencia en lugares con fácil acceso a menores.
De hecho, normalmente los pederastas son capaces de invertir meses o incluso años de contacto casi diario con niños y niñas antes de cometer un crimen. Se crean una coartada a ojos de conocidos y vecinos de modo que al principio no parezca extraño que se rodee de menores, y durante esta etapa minimizan el riesgo de que se les pueda detectar. Gracias a esta estrategia cada vez van ganando mayores posibilidades de estar a solas con los pequeños, ya que cuentan con la confianza de terceros, y la aprovechan.
6. Experiencias traumáticas previas
Si bien no es un hecho definitorio de la pederastia no es infrecuente que aquellos sujetos que llevan a cabo conductas de este tipo hayan sido a su vez maltratados y abusados en la infancia. Esto puede provocar que se dé un aprendizaje de la situación estimular en que el niño acaba asociando sexualidad a situación abusiva, replicando la misma situación en la adultez.
7. No suelen usar la violencia
Si bien en algunos casos ha habido elementos sádicos y crueles en la práctica de sus actividades sexuales, normalmente resultado de experiencias traumáticas previas o producto de otras alteraciones mentales, por norma general los pederastas no suelen emplear la violencia.
Su modus operandi suele basarse en el acercamiento y el establecimiento de una relación de confianza con el menor víctima de abuso, cosa especialmente evidente cuando tenemos en cuenta que la gran mayoría de casos conocidos se han dado entre individuos que ya se conocían de antemano. Ganan acceso a los menores por su trabajo, vínculos consanguíneos o a través de las redes (fenómeno conocido como grooming), fingiendo comprender las circunstancias vitales del menor y produciendo en ellos curiosidad y afecto, intentando aproximarse poco a poco.
De hecho, en muchos casos las propias víctimas no viven inicialmente el abuso como tal, siendo manipulados de manera que llegan a pensar que se trata de una especie de juego o una manera de relacionarse con ese adulto en cuestión.
8. Tienden a autojustificarse
Si bien en muchos casos los pederastas detenidos han manifestado un cierto alivio al ser detenidos, especialmente aquellos casos en que presentan sensación de culpabilidad, por norma general los pederastas tienden a minimizar la importancia del acto o los daños causados a la víctima.
Con frecuencia indican que la relación no es dañina para el menor, es aceptada y/o deseada por éste o que existe una vinculación afectiva que legitima el acto, no existiendo remordimiento por el abuso cometido.

-Fuente:
https://psicologiaymente.com/forense/perfil-psicologico-pederasta 

Most Evil: Los 22 niveles de la escala de maldad de Michael Stone

Michael Stone es un doctor especializado en psiquiatría forense de la Universidad de Columbia que ha dedicado la mayor parte de su vida a estudiar y analizar en detalle comportamientos de todo tipo de asesinos. Gracias a toda esa investigación, pudo elaborar la escala de la maldad.
Most Evil: elaborando una escala de maldad
Stone dirigió el programa Most Evil  en el canal Discovery Max, donde expone dicha clasificación que él denomina “escala de maldad”. En los distintos capítulos del programa se muestra la vida y crímenes de varios asesinos, sobre los cuales se realiza una investigación y se explica cada caso en detalle, teniendo en cuenta todos los factores que hayan podido influir, predisponer y explicar el porqué de su conducta, para poder clasificarlo posteriormente en dicha escala.
Una herramienta para valorar el grado de psicopatía


La escala de la maldad fue creada minuciosamente atendiendo a muchos tipos de factores: ambientales, neurológicos y genéticos. El objetivo era desglosar cada caso en unidades pequeñas, como si de moléculas se tratase, para así tener la mayor precisión posible y determinar la razón por la que una persona puede llegar a cometer algo tan atroz como un asesinato.
En la escala de la maldad se plantean preguntas que ayudan al profesional a conocer las particularidades de cada caso. Por ejemplo, exploran si el sujeto tuvo una infancia traumática, sus motivaciones para cometer asesinatos, por qué tienen preferencias por unas víctimas u otras... Un punto clave en esta escala de maldad es, valga la redundancia, la maldad y el sadismo propiamente dicho plasmado en el crimen, es decir, la meditación de éste, el método de muerte que se utilizó, etc. Por tanto, se utilizan juicios de valor, de moralidad, de ética y otros para clasificar a los sujetos en un punto en concreto dentro de esta escala.
Analizando la mente y el cerebro del asesino

En adición, Stone nos permite adentrarnos profundamente en la mente del asesino, examinando cómo funciona el cerebro de las personas que cometen delitos de sangre, así como sus sentimientos hacia la víctima en función del grado de maldad en el que se encuentren a partir de su escala de maldad.
En algunas ocasiones se complementa la información con pruebas de escáner cerebral, haciendo visualizar a la persona diferentes fotografías y palabras desagradables emocionalmente, o bien de lo contrario, es decir, imágenes que evocan sentimientos positivos como el amor.
Los 22 niveles de maldad

La escala en cuestión es una jerarquía que asciende progresivamente desde el nivel 1 hasta el 22, siendo mínima o nula maldad (nivel 1) a máxima (nivel 22).
Después de esta introducción, vamos a conocer el modelo de la escala y sus distintos niveles.
  1. Nivel 1: mataron exclusivamente en legítima defensa, no muestran ningún tipo de tendencia psicopática.
  2. Nivel 2: crímenes pasionales cometidos por amantes celosos. Pueden resultar inmaduros y/o egocéntricos pero no son psicópatas.
  3. Nivel 3: compañeros, socios o amantes entusiastas de peligrosos homicidas. Tienen personalidad impulsiva y aberrante con rasgos antisociales.
  4. Nivel 4: matan en autodefensa, pero provocaron en gran medida que sucediera la agresión hacia ellos.
  5. Nivel 5: individuos traumatizados psicológicamente que están desesperados y asesinan a familiares que abusaron sexualmente de ellos. Pueden incluirse drogodependientes que el motivo de su asesinato es para conseguir dinero o droga, pero no poseen características psicopáticas significativas. Tienen cierto remordimiento por los actos cometidos.
  6. Nivel 6: actúan impulsivamente, “en caliente”. No tienen características psicopáticas marcadas.
  7. Nivel 7: individuos altamente narcisistas, no distinguibles de personas con algún tipo de trastorno psicótico, matan a gente de su entorno principalmente por celos o pasión.
  8. Nivel 8: personas no psicópatas pero con altos niveles de furia reprimida, llegan a matar cuando algún evento la desencadena o enciende.
  9. Nivel 9: amantes celosos despechados con características psicopáticas.
  10. Nivel 10: asesinos que mataron a gente que se interponía en su camino o testigos que pudieran delatarle. Tienen personalidad egocéntrica pero no psicopática claramente distinguible.
  11. Nivel 11: lo mismo que el nivel diez pero esta vez con personalidad psicopática notable.
  12. Nivel 12: psicópatas ansiosos de poder que asesinaron cuando se sintieron acorralados.
  13. Nivel 13: psicópatas repletos de furia, los cuales perdieron el control de ésta.
  14. Nivel 14: conspiradores psicópatas despiadadamente egocéntricos, desean obtener un beneficio de alguien.
  15. Nivel 15: psicópatas multihomicidas que en un día de estallido de furia (spree killing) matan a tantas personas se crucen por delante suyo a sangre fría.
  16. Nivel 16: psicópatas que cometen varios o múltiples actos criminales, no se conforman con asesinar una vez y pueden incluir actos viciosos.
  17. Nivel 17: asesinos seriales sexualmente perversos y torturadores-asesinos, aunque su finalidad principal es la violación pues el homicidio posterior es con el propósito de que la víctima no lo denuncie.
  18. Nivel 18: homicidas que suelen torturar previamente a sus víctimas, aunque su principal motivación es el asesinato.
  19. Nivel 19: psicópatas inclinados hacia el terrorismo, la subyugación, violación e intimidación.
  20. Nivel 20: torturadores y asesinos psicóticos en quienes la tortura es la principal motivación.
  21. Nivel 21: psicópatas interesados en extremo en la tortura, pero de quienes no se sabe a ciencia cierta si han cometido homicidios.
  22. Nivel 22: torturadores extremos y asesinos psicopáticos, los cuales la tortura es la principal motivación. Sus crímenes involucran tortura sexual prolongada, seguida por el asesinato de sus víctimas.

-Fuente
Psicología y mente
https://psicologiaymente.com/forense/niveles-maldad-escala-michael-stone 

viernes, 10 de agosto de 2018

Política Criminal - Noción, objetivos, concepto y relación con la sociedad

  • NOCIÓN DE POLITICA CRIMINAL.
Se llama así a la manera como la colectividad reacciona organizadamente, frente a las acciones delictuosas que amenazan su cohesión o su desarrollo armónico.
La disciplina que estudia esta faceta del control social recibe, igualmente, el nombre de política criminal. Es tarea de esta disciplina, no sólo la descripción de la reacción social contra la delincuencia, sino también determinar los lineamientos que deberían seguirse a fin de lograr una mayor eficacia.

Por esto, se ha considerado que la política criminal se presenta bajo dos aspectos:
  1. Como una disciplina o un método de observación de la reacción anticriminal; tal como es, efectivamente, practicada
  2. Como un arte o estrategia de lucha contra la delincuencia; elaborada a partir de los datos y enseñanzas aportados por la observación objetiva.

La política criminal es, en consecuencia, una parte de la política jurídica del Estado, la que a su vez es parte de su política general.
La programación y realización de una correcta y coherente lucha contra la delincuencia, depende del apoyo y fomento de los estudios tendientes a describir el sistema de reacción social y a de terminar los lineamientos y los medios más eficaces.

  • OBJETIVOS
-Objetivo general: 
Identificar la formulación y configuración de la política criminal dentro de los parámetros del plan de seguridad democrática, observando los lineamientos trazados para estos fines.

-Objetivos específicos
 Caracterizar la elaboración de la política criminal de acuerdo a los parámetros elaborados para el plan de seguridad democrática para cada país. Determinar las acciones de la política criminal las preventivas, preventivas punitivas y las punitiva. Conocer los distintos programas en que se apoya el plan de seguridad democrática para prevenir la criminalidad en los distintos sectores que se encuentran intervenido por este. Saber cuales son las instituciones que participan en la configuración de la política criminal.


  • CONCEPTO DE LA POLÍTICA CRIMINAL
Para definir la política criminal vamos a tomar en cuenta las diversas concepciones de distintos fuentes con relación a la materia. La política criminal es un sector de las políticas que se desarrolla en una sociedad, predominantemente desde el Estado. Ella se refiere al uso que hará el estado del poder penal, es decir, de la fuerza o coerción estatal en su expresión más radical.
La política criminal es, en síntesis, el conjunto de decisiones, instrumentos y reglas que orientan el ejercicio de la violencia estatal que es una coerción penal hacia determinados objetivos. Se considera que la política criminal no es una ciencia, si no, que se trata de una política o conjunto de políticas. No obstante, como pasa con cualquier sector de la realidad, es posible una aproximación científica a ella. Esta aproximación se puede realizar desde distintas disciplinas que se conectan con la misma: desde el Derecho penal, La criminología, el Derecho Procesal Penal, la Sociología criminal, la Ciencia Política, etc. Ella es el trasfondo común del ideal de una ciencia penal integral.
Claramente se debe diferenciar a la política criminal como realidad social del poder del poder, de cualquier conocimiento sobre ella. También se debe diferenciar esa realidad de la denominación de algunas escuelas u orientaciones científicas que se les ha llamado escuelas de política criminal en especial vonz Liszt. Como toda política, la política criminal se orienta según finalidades, objetivos y metas.
La política criminal nunca tienes objetivos totalmente independientes, en realidad ella es una política de segundo nivel, ya que sirve de soporte o para fortalecer a otro tipo de políticas tales como económica, social, ambiental, familiar etc. No obstante también existen ciertos objetivos autónomos de la política criminal: ellos se relacionan con los límites al poder penal y se fundan en la necesidad de establecer una política criminal respetuosa del ser humano.
Franz Von Liszt, es el "conjunto sistemático de principios garantizados por la investigación científica de las causas de las infracciones y de la eficacia de la pena, según los cuales dirige el Estado la lucha contar el crimen por medio de la pena y de sus formas de ejecución"; en síntesis podemos decir que es el conjunto sistemático de principios, según los cuales deben organizar el Estado y la sociedad la lucha contra la criminalidad.
Von Liszt define la política criminal en dos sentidos: el sentido estricto y el sentido amplio. En sentido estricto la Política Criminal significa el conjunto sistemático de aquellos fundamentales principios según los cuales el estado tiene que sostener la lucha contra la criminalidad por medio de la pena y de sus instituciones afines como casas de educación y corrección, casas de trabajo, etc.
En su sentido amplio entiende por política criminal el conjunto sistemático de los principios fundamentales basados en una investigación científica de las causas de los delitos y de los efectos de la pena, según los cuales el Estado por medios de la pena y sus instituciones afines, sostiene la lucha contra los crímenes.

  • EL DELITO COMO PROBLEMA SOCIAL
Si bien el delito es toda aquella conducta prohibida por la ley penal, la perspectiva normativa resulta insuficiente para comprender y prevenir la criminalidad. En efecto, el delito también constituye un conflicto que involucra a personas en su relación intersubjetiva y que se manifiesta en un contexto social determinado.
El delito representa un síntoma o indicador de conflictos que no encuentra una solución satisfactoria y pacífica a través de otros mecanismos comunitarios o institucionales. Esta perspectiva hace posible apreciar la criminalidad como un problema social y comunitario, de carácter permanente y de naturaleza aflictiva, pues tanto la victimización como la propia intervención estatal frente al delito suelen ser portadores de altos componentes de violencia.
Debe tenerse en cuenta que la violencia, en un sentido amplio, comprende el ejercicio de un poder o supremacía sobre otra persona, a través de la fuerza física o psíquica.
Muchos delitos cuentan con claros ingredientes violentos (así, una muerte causada en una riña, un robo a mano armada, un arrebato callejero, etc.), pero también existen otras manifestaciones violentas que no se encuentran tipificadas por la ley como delitos. Además, no todos los delitos conllevan el mismo grado de violencia.
El delito, la violencia y la inseguridad afectan fuertemente la calidad de vida de las personas, especialmente en las grandes ciudades, pues provocan efectos en los comportamientos individuales, causan daños muchas veces irreparables, debilitan las instituciones e impactan sobre la economía de un país.


POLÍTICA CRIMINAL Y SOCIEDAD
No existe sociedad sin política, la política se ubica en el marco constituido por el poder y es quien regula el fenómeno básico del consenso social. La política se aplica desde el estado o desde el poder institucionalizado pasando a ser coerción estatal.
Cuando la coerción estatal alcanza un nivel de intensidad estamos hablando de coerción penal. La política criminal comprende, en consecuencia, el conjunto de decisiones relativas a los instrumentos reglas, estrategias y objetivos que regulan la coerción pena. Y forma parte del conjunto de la actividad política de una sociedad.
Existen otras definiciones de política criminal y es notable la diferencia de planos o niveles, lo que origina no pocas discusiones falsas.
Dentro de este ámbito conviene distinguir:
  1. La política criminal como fenómeno social.
  2. Los distintos modelos de política criminal.
  3. El conjunto de conocimientos o técnicas que utiliza la política criminal.
  4. Las diferentes escuelas o doctrinas de política criminal.
  5. La definición que hemos dado describe un sector de la realidad social.
-Fuente
G. Pérez y asociados
http://expertoenderecho.blogspot.com/2010/11/concepto-de-la-politica-criminal-el.html