jueves, 27 de noviembre de 2014

Conducta ritualista y firma del agresor

Conducta ritualista en el crimen
Los aspectos ritualistas en un crimen emanan de las cuestiones internas del delincuente en particular y se proyectan dependiendo de las exigencias internas para cometer el crimen, se deriva de la motivación y de las fantasías, son cuestiones simbólicas que son altamente individualizados y reflejan los aspectos de la escena que no son necesarios para cometer el crimen, pero fundamentales en la expresión de la motivación principal o el propósito del acto criminal en sí. Vernon Geberth ha vinculado la fantasía basada en elementos de una relación sexual a través de la interpretación psicodinamica, los aspectos ritualistas también se pueden expresar de manera diferente sobre una serie de delitos, ya sea por evolución o por una fantasía patológica severa

Características comunes del delincuente asociadas con el comportamiento ritualista:

  • Cuerpo posando
  • Dejar a la víctima en una posición abierta
  • Dejar a la víctima en posición sexual degradante
  • Inserción de objetos en las cavidades
  • Tener un guion preparado para la víctima.
  • Uso de conductas aberrantes relacionadas con la esclavitud sexual.
  • Heridas de arma punzo-penetrante en una zona determinada del cuerpo.
  • Marcas post-mortem en el cuerpo de la víctima.
  • Mutilación corporal.
  • Dejar la ropa perfectamente doblada a un costado del cuerpo.
  • Afeitar la zona púbica de la víctima.
  • Golpes o puñaladas innecesarias o exageradas.
  • Sexo post-mortem.

La firma del agresor
La firma es un término generalmente utilizado para describir las acciones innecesarias, pero en la práctica se compone de dos conceptos distintos pero relacionados entre sí. El primero es la firma conductual y el segundo son los aspectos de la firma. La firma conductual son las acciones personales que se vinculan con el crimen, Los aspectos de la firma es un grupo de comportamientos.
Los aspectos detrás de la firma tienen que ver con las experiencias individuales y las influencias que el agresor tenga y están directamente ligadas por la cultura y los impactos sociales y culturales que afecten su desarrollo, estas influencias presentaran una variedad de formas y una de estas formas son sus crímenes. En la firma, el agresor refleja las necesidades emocionales y psicológicas y sugiere su motivación.
La forma en que el agresor expresa esta psicología individual constituye su firma. Si el agresor siente la necesidad de aferrarse emocionalmente a la vida de otros esa será la única forma de hacerlo ya que forma parte de su vida.
Si el agresor tiene problemas con el temperamento y el humor, esto tendrá repercusiones en su forma de comportarse también y será una información que caracterice sus crímenes.
Los crímenes que cometen las personas son una consecuencia y resultado de diferentes influencias, además de las necesidades psicológicas y emocionales, su firma debe ser bastante distintiva y puede ser de gran apoyo para el investigador encontrar la diferencia entre los distintos agresores que cometen diferentes tipos de crímenes y en las áreas en las que actúan.
Un punto de confusión en la actualidad es que la firma es la mejor manera de ligar crímenes cometidos por un mismo delincuente, no se puede utilizar para sugerir que una serie de crímenes sea el trabajo de un solo agresor, todo lo que puedo decir es que existe una fuerte evidencia conductual en lo cual podamos basar este tipo de evaluación.
Esto significa que el análisis de la firma no se centra en determinada o particular evidencia, si no en un conjunto de puntos de evaluación, aunque en el campo laboral todavía algunos creen que es solo la firma la que los llevara al agresor.

Fuente
-Criminalística MX

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